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Hoy en día, todo el mucho ya ha oído alguna vez hablar sobre los probióticos y cada vez se ven más en todo tipo de productos. Desde alimentos como los yogures, pasando por productos farmacéuticos, hasta jabones y productos de limpieza, pero ¿qué son exactamente? ¿qué beneficios nos aportan? Estas son las cuestiones que vamos a abordar.
Empecemos con una definición: los probióticos son microorganismos, es decir, organismos vivos. Son cepas bacterianas no patógenas con beneficios en muchos sentidos diferentes.
Figura 1: Probióticos
Por ejemplo, en el campo farmacéutico, los probióticos pueden ayudaren el tratamiento de las alergias. En la industria alimentaria, colaboran a fortalecer el sistema inmunitario. Usar jabones de ducha con probióticos potencia el microbioma de la piel, manteniendo su equilibrio. Por último, en productos de detergencia, con el uso de probióticos se consigue una limpieza más profunda y duradera.
¿Cómo funcionan estos microorganismos? Los probióticos producen enzimas específicas que degradan la materia orgánica. Estos probióticos se reproducen, consiguiendo colonizar y entrar en competición con otras especies microbianas patógenas y llegan a lugares no visibles para el ojo humano.
Estos microorganismos, generalmente están inactivados para evitar que germinen y se multipliquen en el producto envasado, pero una vez se usan y se encuentran con un entorno menos hostil, se activan y empieza su funcionamiento.
Como hemos comentado, estos microorganismos están vivos y por tanto hay que estabilizarlos en la formulación, entonces ¿por qué no usar directamente enzimas? Precisamente por el hecho de que son organismos vivos. Los probióticos, aún después de su aplicación, continúan viviendo y multiplicándose, continuando así con su efecto beneficioso. Por el contrario, una enzima no tiene la misma capacidad.
Otro beneficio que aportan los probióticos es su multifunción. Las enzimas son selectivas, es decir, solo degradan un sustrato específico. En cambio, los probióticos son capaces de generar las enzimas necesarias en cada caso, siendo así, más versátiles.
Y ¿son seguros estos probióticos? La respuesta es ¡sí! No son dañinos para los humanos, animales ni medio ambiente.
Figura 2: Cápsula de Petri con probióticos
Nuestra representada BBA Ecotech, ha desarrollado una amplia gama de productos con probióticos, listos al uso o para añadir en una formulación para el sector de detergencia. Dependiendo de las necesidades de los clientes, también ofrecemos la posibilidad de personalizar los productos, combinándolos con enzimas, haciéndolo de diferentes colores, en estado sólido o líquido, entre otros.
Algunas de las aplicaciones donde se pueden usar estos probióticos son la biorremediación, el tratamiento de purines, tratamiento del vertido al mar de hidrocarburos, tratamiento de suelos contaminados por aceites, tratamiento de lodos, lagunas, tanques de oxidación, entre muchas otras.
Si quieres ampliar información, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo de asesoría técnico-comercial.
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